martes, 2 de junio de 2009

A cara pelada!

Hoy me di cuenta de algo que tal vez sea trascendental, un antes y un después... creo que veo mal. Tal vez para muchos sea algo natural, en términos de estadística seguramente muchas personas padezcan este mal y hasta les parezca común, pero para mi es todo un tema.

Imagínense, tener que usar anteojos! y no porque sea antiestético, al contrario, por las condiciones del mercado creo que cada persona tiene el potencial de comprar unos lentes con mil características distintas para que se pueda amoldar a su "cara de presentación". La cuestión está en que, para mi, los anteojos se agrupan dentro de un colectivo mayor que sirve (queriendo o no) para ocultar parte de la cara de la gente, puedo mencionar alguno de ellos: bigotes, flequillo (ni hablar de los nuevos flequillos que tapan la mitad), los sobrevalorados anteojos oscuros y por supuesto la terrorífica barba. y por qué tan temido calificativo? Tratemos de mirar a una persona barbuda, a la que nunca hayamos visto afeitado, tratemos de imaginarla con la cara pelada... y claro! no se puede! Ese tipo pasó ocultándonos gran parte de su rostro cual fantasma de la ópera, para nosotros ya es parte de su identidad, como una suerte de etiqueta indestructible. Mucho peor aquellas personas que nacieron, crecieron y conviven con un padre que nunca ha dado a revelar sus reales facciones... no sería interesante realizar el experimento de afeitarlos? qué reacción produciría en esos hijos de cachetes raspados? quién sabe... pero valdría la pena.



Y los lentes negros... ese accesorio que logró trepar para convertirse en distintivo glamoroso para algunos, como lo fueron los bigotes hace algunos años (y ojo que están volviendo...), un objeto que por necesidad estética cubre uno de los más maravillosos órganos de comunicación, como son los ojos. Hablo de los que no los usan para cubrirse del sol... Hablo, por ejemplo, de los que consiguen empleo en una oficina o los que estudian alguna carrera intelectual, y adquieren como distintivo los lentes de marco negro y grueso, con aumento imperceptible...

Entiendo que hay casos en que la necesidad lo requiere. Pero para aquellos que se ocultan detrás de algunas de estas máscaras por "gusto" les pediría que piensen el por qué de modificarse, el por qué de no permitirnos acceder a todas esas curvas, gestos, miradas que produce una cara. será por verguenza? por fiaca? por llamar la atención? Todas son válidas, simplemente permítanme esta reflexión.

Espero que lo de mi vista sea pasajero, sino... habrá un poco más de tiempo para mostrar al mundo esta cara redondita, antes de cubrirla con un par de solapas de vidrio.

Agradezco a todos los barbudos, antiojudos y flequilludos que me inspiraron y que por supuesto llevo en mi corazón.